Por el trabajo y el esfuerzo diario
Señor de la providencia, al final de esta semana laboral, te doy gracias por la oportunidad de trabajar, aprender y crecer en mis responsabilidades. Todo lo que hago, lo entrego a Ti como una ofrenda, pidiéndote que me guíes siempre hacia el bien.
Te pido por todas las personas que luchan día a día para proveer a sus familias, especialmente por quienes enfrentan dificultades económicas o incertidumbre en sus trabajos. Dales paz y confianza en que Tú cuidas de ellos.
Ayúdame a trabajar con dedicación, honestidad y alegría, recordando siempre que todo esfuerzo tiene valor cuando se hace con amor. Que mi vida sea un reflejo de tu generosidad y que siempre encuentre motivos para agradecerte, incluso en las tareas más simples.
Amén.